miércoles, 18 de abril de 2018

De viajes y resacas




Queridos honobonianos:

Como dice una buena amiga: «a cada viaje le sigue una resaca». Esta es, como seguro que sabéis por experiencia, un estado placentero de sana iluminación, una fisura en la más antigua de las cegueras (el localismo) y una adicción a la que no sabemos sustraernos.

Recuerdo que una vez, en una chocolatería de Barajas, la dependienta me dijo que no había nada en el mundo que le gustara más que viajar. Teniendo en cuenta que vivía rodeada de dulces franceses y belgas de cuidada factura y sabores inefables su afirmación me conmovió. Eso es también el viaje, una invitación a perder lo que tenemos (por muy dulce que sea), a condensar en una maleta de cabina todo nuestro armario y los cajones de nuestro aseo, y a apostar por una nueva ciudad, una nueva lengua y nuevos atardeceres.

Por cierto, ¿habéis notado que no hay dos lugares de la tierra donde el sol se ponga igual? Seguro que sí. Un día convocaremos una sesión para que cada uno de vosotros defienda su lista de los «top ten», si es que un atardecer puede compararse a otro... Rememorar atardeceres forma parte de la resaca de cualquier viaje. Y desde que el primer homínido salió de su aldea para adentrarse en un territorio desconocido hasta hoy las emociones que envuelven el corazón humano el mismo día de la partida y el posterior al regreso no han cambiado tanto. Por eso los mejores libros, las mejores historias incluyen casi siempre un viaje.

El camino a pie, las vías del tren, las cartas de navegación de un viejo transatlántico el tránsito de los aeropuertos, todo lo que arma y rodea un viaje, todo lo que huele a aventura hacia adelante termina siendo metáfora de la vida. No exenta de misterio, de extrañas coincidencias, de aceptación y de regalo. Cesare Pavese escribió: «No hay montaña alguna al otro lado del mar que no me recuerde la vieja colina». Es cierto, porque para colmo, somos capaces de amar dos lugares a la vez, el de siempre y que acabamos de descubrir. ¡Buena lectura, amigos míos!

Este mes: «El expreso de Tokio» de Seicho Matsumoto

Martín de los Heros, 37 (Metro Argüelles)

MARTES 24 de ABRIL de 19:00 a 21:00 h.

Un abrazo

Pedro