Como ya sabéis, dicen que Japón, encerrado a toda influencia extranjera hasta la llegada del comodoro Perry en 1853, recibió concentrados en pocos años y casi en el mismo barco Romanticismo, Realismo y Naturalismo. La consecuencia inmediata de una amalgama tal de estilos e ideas irreconciliables daría lugar a la creación simultánea de escuelas y grupos que se decantaban por uno, otro o un tercer camino. Así que en Japón, y sólo allí, enfervorecidos románticos iniciaban su arrebatadora experiencia al mismo tiempo que realistas y naturalistas examinaban al individuo y a la sociedad con la aséptica mirada del científico ante un espécimen que acaba de descubrir.
En las calles de Tokio, en otras palabras, se cruzaban (o se cedían el paso) personajes que en Europa estaban separados por una o varias generaciones. Abuelos y nietos defensores de estéticas dispares.
Entre los escritores japoneses de ascendencia romántica hemos leído ya a Izumi Kyôka. Este mes conoceremos a Ango Sakaguchi, un autor que, estrictamente hablando, evoluciona desde postulados románticos para dibujar una trayectoria personal: aún así, la imagen de la mujer, por ejemplo, depositaria de un destino fatídico, rodeada de misterio y motor de la acción, es una de las tantas notas que resonarán en nuestros oídos acostumbrados al Romanticismo occidental.
SAKAGUCHI, Ango: En el bosque, bajo los cerezos en flor, traducción de Susana Hayashi, Satori Ediciones, Gijón, 2013
Lfont Tea Mountain
Día 31 de marzo de 2015
De 19:00 a 21:00 h.
¡Un abrazo grande!
Pedro Pablo Ontoria