martes, 18 de febrero de 2014

La mano del orfebre



   Querid@s honobonian@s:

   La mano del orfebre. Que las cosas sean así, sin que aparentemente las haya tocado nadie. Ese es el secreto de la mano del orfebre.

   En una de las capillas laterales de la Basílica del Escorial hay un Cristo blanco. Benvenuto Cellini lo talló en 1572, pero su firma consta sólo en el pedestal a los pies. Nada en el cuerpo que flota en la penumbra hace pensar que ese mármol no fuera naturalmente así desde el principio de los tiempos.

   Cellini era orfebre, escultor, hombre del renacimiento, siervo de los duca de Florencia, apasionado, testarudo y magistral. Escribió un solo libro, su autobiografía personal y artística. Fundió una única escultura memorable, el Perseo. Y talló un único mármol digno de ser recordado: su Cristo blanco. Fue suficiente.

   El Cristo estaba destinado a su propia sepultura. Pagó de su propio bolsillo –lo que no era habitual- el bloque tosco y macizo de piedra que no podemos creer que haya existido… antes del cuerpo que vemos. Pero los hombres y mujeres del XVI eran menos libres que nosotros. O eso nos quieren hacer pensar. La (mala) prensa, la (mala) administración y la (mala) justicia ejercen con poder infatigable en nuestro siglo el papel de señores feudales y soberanos. Hay un primer paso: no los oigáis.

   La bondad no es así. La bondad se parece a la mano del orfebre. Existe de forma suave y natural. Pule mármoles hasta volverlos cálidos. Hechiza ojos sin cobertura y abraza sin distinción.

   De Miyazawa Kenji dicen que era un hombre bueno. Es el tipo de personas que nos interesa. Quien se esmera en las relaciones humanas y trabaja el lenguaje para volverlo espontáneo, sin que quede huella de su propio paso, es semejante también al orfebre.

   Miyazawa Kenji: El tren nocturno de la Vía Láctea, traducción de Montse Watkins, Gijón, Ed. Satori, 2012

   Lo comentaremos en nuestra próxima reunión:

   Lfont Tea Mountain
   C/Martín de los Heros, 37
   28008 Madrid
   Metro Argüelles
   De 19:00 a 21:00 h.

   Día 25 de febrero

   Un fuerte abrazo.

   Pedro Pablo Ontoria