El matrimonio Ogino emprende, junto con su hija Chihiro, un
prometedor viaje que les llevará a su nuevo hogar. La niña, que cuenta con diez
años de edad, resulta ser una criatura consentida que muestra un evidente
hastío ante la perspectiva de su inminente cambio de vida.
Los caprichos del destino hacen que la familia se pierda en
su viaje y llegue al final de un camino sin salida. Deciden entonces dejar el
coche e investigar el terreno a pie, adentrándose en un túnel que les llevará a
lo que ellos interpretan como un parque temático abandonado.
Desde uno de los restaurantes del supuesto parque, llega un
agradable olor a comida que hace que el matrimonio Ogino decida tomarse un
descanso para comer. Aunque el restaurante se encuentra sin personal a la
vista, los mostradores rebosan de suculenta comida y el banquete para los
padres de Chihiro no se hace esperar.
La niña, que desde el principio desconfía de la espontánea
aventura, decide alejarse de su familia para explorar los alrededores. A su
regreso, descubre en lugar de a sus padres a dos enormes cerdos que están
siendo golpeados por el que parece ser el dueño del restaurante.
Asustada, decide remontar el camino y regresar al coche,
pero la noche cae y se encienden los farolillos de las calles que empiezan a
rebosar de extrañas criaturas que deambulan de un lado para otro… Chihiro y su familia ya no se encuentran en
su mundo.
¿Cómo saldrá adelante la mimada Chihiro en este mundo
extraño? ¿Conseguirá finalmente rescatar a sus padres para volver juntos al
nuevo hogar que les espera?
El cine anime o de animación japonés, en estrecha relación
con el manga, representa para el mundo occidental una de las marcas de
identificación propias de la cultura japonesa actual, asociada, especialmente,
al colectivo de jóvenes y adolescentes.
Sin embargo, y aunque en occidente relacionemos el cómic y los
dibujos animados con la infancia y la adolescencia, la realidad japonesa impone
una tradición generacional de consumo de anime y de manga que evoluciona sin
discriminación de edad, sexo, estrato social o nivel cultural.
Dentro del amplio catálogo de productores de anime que
proliferan desde hace décadas en Japón, el Studio Ghibli es sin duda el más conocido
y reconocido dentro y fuera de las fronteras niponas gracias, en gran medida,
al brillante trabajo de su cofundador y director estrella Hayao Miyazaki.
Ghibli, que significa “viento cálido que sopla en el
desierto del Sáhara”, da nombre al Studio que llega como un soplo de aire
fresco en el mundo de la animación japonesa, ofreciendo una calidad inusitada a
un género cinematográfico caracterizado hasta ese momento por las películas de
bajo presupuesto.
Aunque oficialmente nace en 1985, los orígenes del Studio
Ghibli se remontan a 1983, año en que comienza a fraguarse Nausicäa del Valle
del Viento a partir de un manga del propio Miyazaki. Durante las décadas de los
80 y los 90 el Studio produjo varias películas, sin embargo, su reconocimiento
nacional e internacional no empieza a cosecharse hasta 1997, año en que se
estrena La Princesa Mononoke. El reconocimiento definitivo llega en forma de
Óscar pocos años después, en 2001, cuando la Academia de Hollywood otorga el
Premio a la Mejor Película de Animación a El viaje de Chihiro.
La pasión que imprimen en sus trabajos Hayao Miyazaki y su
socio y amigo Isao Takahata (autor de obras tan importantes como la serie Heidi
o el film La tumba de las Luciérnagas), hacen de Ghibli un Studio creador de
magia y de sueños que se materializan en producciones cinematográficas, auténticas
joyas que quedan engastadas para siempre en el recuerdo y en el corazón de su
público.
Miyazaki, aunque con una importante influencia foránea en
muchos de sus trabajos, evidencia una gran preocupación por conservar las
raíces de su pueblo, inquietud que se
traduce en una fuerte representación de la cultura y las tradiciones japonesas
en sus producciones. Esta preocupación es palpable en películas como La
Princesa Mononoke y la oscarizada El viaje de Chihiro, elegida como próxima
proyección del Club Honobono de literatura japonesa. Será el martes 26 a las 19:00 h. en Lfont Tea Mountain.
Rebeca Fernández Mellado
Rebeca Fernández Mellado
El
viaje de Chihiro
Dirección y guión: Hayao Miyazaki.
Producción: Studio Ghibli (Japón, 2001).
Música: Joe Hisaishi.
Duración: 124 min.
Color.
Tráiler de la película:
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